jueves, 15 de abril de 2010

Sólo estaba segura de tres cosas...

X

-Pero debes continuar tu vida, tomar ese vuelo y alejarte de aqui de una vez por todas. No te preocupes, yo esperaré por ti.
-Soy capaz de hacerlo... toda la vida. Debo confesarte que no es nada fàcil dejarte ir.
-Por ahora es lo mejor- Se apresuró, al mismo tiempo me daba la espalda.
En aquel momento una parte de mi no lograba desprenderse de su cuerpo; de la tierra. Gran parte de mi persona dejaba de ser mia, la egolatría cedía a un nos.
Nunca más lo vi. Morí.


Y

Estaba atónito. Aquellas palabras crueles no podrían estar saliendo de mi boca y al cabo de unos segundos reconocí el timbre de mi voz. Una fuerte corriente eléctrica comenzó a recorrer cada parte de mi cuerpo erizandome el vello.
-... yo esperaré por ti- Sólo cuatro palabras.
Una corriente intensa abordo mi cuerpo. Supe que no se trataba de la euforia, era miedo. Me preguntaba si el corazón podría sali volando de mi cabeza; me preguntaba cuánto tardaría en recuperarse y cuántas veces podría romperse. No quise responder mis propias inquietudes. Estaba aterrado.
-... ahora es lo mejor- De nuevo, cuatro.
Algo mantenía mi cabeza obsesionadamente ocupada, un número para ser exacto.
Luego de pasados cuatro años recordé que esperaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario