Ya no sé nada de vos, si estas bien, si estas mal. Hace un par de días te vi y no pude evitar sentir ese odio mezclado con el aroma de tus besos; verte de reojo y pensar lo hermoso que sos y pensar... pensar que ya no estas a mi lado.
Hace poco comencé a salir con alguien. No es más bello ni más feo que vos, es distinto. Es muy compañero, muy dulce, muy amable; todo lo que vos no fuiste conmigo y ¿sabes qué? sin embargo extraño todo lo que eras.
Tratar de encontrar en otro tus risas, tu locura, tu espontaneidad, tu calor, tu mirada, tu perfume, tu tacto, tu piel es muy doloroso.
Saber que te amé con locura, saber que di todo por ti y nunca lo notaste, saber que te recuerdo las 24 horas del día es torturante. Cada rincón de la ciudad me trae una imágen de nosotros, puros recuerdos que no paran de torturarme.
Sí, yo te amé y me di cuenta cuando no estabas más. Pero ya es tarde, muy tarde.
Espero que al leer estas líneas sólo recuerdes esos momentos hermosos que pudimos compartir, y aunque no fueron muchos, los recuerdo con tanta claridad que ya ni sé si tuvimos momentos feos, pero los hubo y por eso hoy no estas conmigo.
Hay millones de personas mejores que vos (siempre me lo dijiste) nunca pensé encontrarla pero ahora que lo hice sé que te volvería a elegir de nuevo.
Es muy odioso buscarte en otro cuerpo, en otra persona.
Si pudiera darle cuerda al reloj y volver el tiempo atrás, tan sólo un año atrás, rompería todos los relojes del mundo para que el tiempo no pase y se congele, se detenga ahí, en nosotros: vos y yo abrazados en algún banco de alguna plaza.
El tiempo pasó y hoy me encuentro una vez más pensando en vos, y en lo feliz que fui al tenerte. Hoy ya no estas y estes donde estes te deseo lo mejor, porque sé que si te llegará a pasar algo yo me muero.
Adiós amor, intentaré no recordarte y ser feliz.
Si, es hermoso él.
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