jueves, 13 de septiembre de 2012

* Pero aún, un Septiembre *

Que trabajo más descarado el tuyo, robarme el corazón para jugar con el.
Que ingenuidad la mía, dejarlo entre tus sábanas para encontrar el tuyo y así un "nos", que jamás va a existir, lo sé, no preguntes, simplemente lo sé. Podrá haber piel, podrá haber amanecer, pero no me hables de amor si nunca me bebes.
Te pierdes en el humo, mientras atinas acariciar mi corazón, poniéndole tal cuidado que terminas haciéndole cosquillas y nunca más. Así me pierdo y vuelvo a tu cama, donde cada mañana me juro no volver. Lugar donde siempre deseo verte por última vez.
¡Qué bien lo haces! Me envolves para arrastrarme una vez más a tu cama, una vez más con palabras de amor y un mañana.
¡Qué ingenuidad la mía! Dejar que mi piel se debilite y espere por la tuya, siempre ¡Qué ingenuidad la mía: un mañana!
Que idiotez esperar a que siempre me llames, porque me tenes ahí, desde Abril en el umbral de tu puerta.
Ya es Noviembre y muero, muero por esos labios sabor vino, muero por esa mirada escondida tras el humo de tu cigarrillo, pero por sobre todo muero por pedirte mi corazón, espero me lo devuelvas.
Por mi parte prometo devolverte tu nombre, despegar tu piel de la mía y dejar estos tres meses de tu farza entre tus sábanas ya vacías.

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