Quise creer en vos, fue en vano.
Te di todo y nada a la vez; te di mi tiempo, hasta mis horas de sueños.
Tu frío cuerpo y tu mirada ocultando todo temor dieron a luz aquella verdad. Sin embargo seguí aqui, dando lo mejor de mi.
De nada sirvió; ya nada cerrará estas heridas; y aunque sigas a mi lado tu frío repele mi querer.
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