Cuando finalmente logro decirte adiós te presentas ante mi, una vez más. Sinceramente me harté. Ya no se como seguir, como abrir los ojos, levantarme y creer que hoy sí va a ser un mejor día. Pero, ¿Sabes qué? No lo es ¡No! Porque te pienso, te lloro, te recuerdo. Esto ya no es vida ¡No! Pero aún respiro, lo cual me hace creer que aún estoy viva. Pero eso no me sirve de nada ¡No! Porque esto ya no es vida. Es caminar sin camino, mirar sin ojos, degustar sin paladar, soplar sin aire. Vivir sin vos.
Quizá dramatice demasiado el hecho de pensar y sentir asi.
Nuevamente miro mi cama y tu espectro se presenta. Debo dejar los estupefacientes, el opio, los fármacos, los alucinogenos; pero es imposible porque los recuerdos brotan y ahi es cuando te alucino. Estas conmigo, sonreis y me haces reir. Me besas, soy feliz. Me tomas de la mano, me llevas y yo voy, feliz como cual niña por primera vez en un zoologico.
Pienso: el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. ¿Soy yo tu piedra? ¿Sos vos mi pidra? ¡Animal! Eso, animales. Brutos, intuitivos, impulsivos. ¡Hombre! Eso, personas con sentimientos, lógica (o intento de la misma), decisión; seamos, hombre.
Reflexiono: tu decisión es esta. Hoy. Mañana. ¿Siempre?
Y quizá es mejor tenerte en mis fantasías, ser feliz en mi utopía y sufrir en mi realidad. Sin antestesia, eso sí.
Me martiriza el pasado y me somete a lo que hoy llamo presente. ¿Recordar o no? ¿Es esa la cuestión? Dudo. Pienso. Reflexiono. Vivo. Sufro. Entre tantas cosas, te extraño.
Hoy no quiero dormir, no quiero soñarte una vez más. Despierto. Es ahi cuando la realidad me da una bofetada en la cara y dice: ¡Pobre infeliz! Pero no te creas que soy tan infeliz. Tengo mis altibajos como todos. Como vos.
Y hoy me detengo nuevamente. Te recuerdo, te pienso, te imagino y me atrevo a besarte (quizá apasionadamente) te tomo de la cara, te miro firmemente a los ojos y te digo adiós. ¡Hasta siempre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario