Subimos al auto y un silencio incomodo se mezcló con el calor de aquella tarde de Enero, le diste marcha al auto y me hiciste elegir uno de los tantos cd's sin etiquetar que tenías. La voz de Mercury en Rapsodia acaparó todo el silencio, dejandose notar tan solo el calor.
Me sumergí en aquella voz legendaría y en los recuerdos que mi cabeza comenzó a recordarme. Nuestro dialogo en casi quince minutos habrá constado de tan sólo diez oraciones.
Pregunté sobre tus asuntos y vos sin ni siquiera responder ya me estabas entristeciendo. No quería saber las respuestas a mis preguntas y vos intentaste responderlas sutilmente, luego me informaste de asuntos que ni quería imaginar.
Es triste saber que ya no queres estar al lado de esa mujer hermosa capaz de ser mil mujeres en una sola: madre, hija, hermana, nuera, esposa, tía, compañera, maestra, ama de casa, etc. Más triste aún es saber que hay otra, incapaz de poseer tantas virtudes juntas.
Mis gafas ocultaban las lágrimas, que rebeldes se escapaban y recorrían mi rostro. Quería abrazarte y recordarte que por culpa de una don nadie estabas dejando una familia, que por cierto ya habías arruinado.
Una de chica siempre sueña con un principe de sangre azul, alguien que nos rescate y nos ame para toda la vida. Esa basura que nos venden los cuentos de hadas va desapareciendo al crecer.
El amor por el sexo opuesto no es eterno, nada es para siempre. Me duele ver que es asi, cada día que pasa tengo menos expectativas de encontrar a alguien con quien pueda compartir mis días y más expectativas de terminar sola.
Tarde o temprano el amor nos hace sufrir, pero también nos hace crecer y aprender.
Comentaste algo acerca de un viaje y que de eso dependía una decisión, aún asi me confiaste que sabías perfectamente que con quien siempre triunfarías era al lado de aquella mujer que tanto te amó, que tanto te ama. Evité preguntarte "¿por qué lo haces?" . Congelé la imágen y recordé que sos un caballito rebelde, esos que se dejan llevar por el viento sin dominación alguna.
No te odio, pero ya no te quiero. Perdí esa imágen de heroe que tenía sobre vos, ya no soy una niña que al verte sonríe con felicidad; soy un proyecto a mujer adulta que sólo piensa en aquella mujer que tanto admiro y dañaste demasiado. No creo que pueda perdonarte, me decepcionaste demasiado como hombre.
Espero que el viento no te traiga de nuevo, esta mujer no esperará más por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario