01.30 a.m (apróximadamente)... Incubus, volúmen ideal para conciliar el sueño.
La luz de la luna ingresaba tímidamente por la ventana esquivando agilmente la cortina. El aire silbaba silenciosamente, dejando resonar firmemente la voz de Boyd.
Poco a poco comencé a ingresar al mundo onírico, aquel en donde la realidad se mezcla con la utopía formando un ideal incomprensible.
Un trance con el imsomnio y el sueño.
Una noche stellar, una noche de Incubus y paz.
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