- ¡Vení! Te invito a volar, sin rumbo alguno, sin franja horaria, sin pasaporte. Hay un mundo hermoso esperandonos allá afuera. Pero tenemos que ir juntos. No te preocupes por el equipaje. ¡Dale! ¡Veni! No me mires con esa cara!!
- ¡Japón!
- ¿Qué?
- ¡Quiero ir a Japón!
- Bueno, vamos a Japón.
- Pero estariamos teniendo un rumbo...
- ¡No me la compliques queres!
- ¡Japoón! ¡Japoón! ¡Japoón!
- ¿Venis conmigo?
- ¡Sí! Pero Japón!!!
- Ok, entendí. Bueno vamos.
Quedamos fascinados con el viaje. Deberiamos ir más seguido al Barrio Chino...
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